La respiración y la meditación: mitos y realidades

¿Debo forzosamente enfocarme en mi respiración? ¿Tengo que hacerlo de alguna manera en particular? A continuación te presentamos algunas respuestas a estas preguntas.

La respiración es una parte fundamental en tu práctica de meditación. Ya sea que apenas lo hayas hecho una vez o seas un practicante avanzado, este es un tema que has escuchado como si fuera una regla inquebrantable.

¿Por qué debo enfocarme en mi respiración?

La respuesta corta es, no tienes que hacerlo. Realmente puedes enfocarte en lo que tú quieras. Incluso, durante tu Camino Sei encontrarás varios ejercicios de enfoque, como el peso de tu cuerpo contra la superficie, alguna sensación—o incluso dolor en particular, o quizá en los sonidos a tu alrededor. Incluso, practicantes con más experiencia a veces enfocan su meditación en un objeto físico o imaginado, como una flor; o incluso en conceptos, como una emoción en particular, o una pregunta.

Enfocarte en tu respiración es quizá la práctica más común por una simple respuesta: nunca dejas de hacerlo. Mientras estés con vida, no hay razón para que dejes de respirar. Al distraerte o perderte en pensamientos, fácilmente puedes perder la noción de sonidos y sensaciones, pero la respiración es algo a lo que siempre podrás volver, porque nunca dejaste de hacerlo.

¿Debo respirar de alguna manera en particular?

Sí, debes hacerlo como lo haces normalmente. No intentes respirar más profundo o más rápido de lo que lo haces habitualmente, esto únicamente te distraerá de tu práctica. La respiración es una herramienta para ayudarte a enfocar, no algo que te deba preocupar y distraer.

¿No pasa nada si mis respiraciones son más cortas que las de los demás?

Dependiendo de nuestra fisionomía, nuestros hábitos o incluso nuestra genética, podemos tener diferentes capacidades para respirar. Nada de eso es relevante a la hora de meditar, lo importante es hacerlo como lo harías normalmente.

Si fumas, por ejemplo, probablemente puedas contener menos oxígeno en tus pulmones que alguien que no lo hace; si haces ejercicio, quizá puedas contener un poco más que alguien que no lo hace. Cada quien lo hace a su ritmo y a su manera.

Al distraerte o perderte en pensamientos, fácilmente puedes perder la noción de sonidos y sensaciones, pero la respiración es algo a lo que siempre podrás volver, porque nunca dejaste de hacerlo.

Sei

¿Qué hago si mi respiración se vuelve muy sutil?

Al meditar y entrar en un estado de mayor quietud mental, es posible que nuestra respiración se vuelva más relajada y tenue. No hay ningún problema con esto, y si no es un inconveniente, simplemente sigue enfocándote en ella.

Si descubres que te cuesta más trabajo concentrarte en ella y te forza a respirar más fuerte, intenta enfocarte en otros aspectos de tu respiración. Un muy buen ejemplo es enfocarte en el movimiento de tu cuerpo al inhalar y exhalar.

Nota cómo tu pecho, tu abdomen o tu estómago crecen para dejar entrar aire fresco, y decrecen para dejarlo salir. Fíjate en el ciclo de principio a fin, nota qué areas de tu cuerpo se afectan por esto, y cómo reaccionan a cada paso; hasta que termine completamente la exhalación.

¿Qué otras dudas tienes respecto a la respiración? Platícanoslo en nuestro grupo de Facebook: Soy Sei. Ahí descubrirás también a una gran comunidad que te ayudará a llegar más lejos en tu Camino Sei.